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¿Te pica la piel en tu rostro? ¿Se irrita al mínimo roce? ¿Es que el maquillaje te provoca enrojecimientos y una sensación de incomodidad? Pues sin duda, tienes la piel reactiva; un problema que afecta todos tipos de piel, sean secas, mixtas o grasas.

Pero no te preocupes, con una piel que reacciona de tal forma excesiva (aunque sea transitoria) a las agresiones exteriores y que no parece tolerar productos cosméticos, de hecho, existen alternativas y tratamientos adaptados. Aquí tienes todas nuestras recomendaciones para adoptar una rutina personalizada para pieles reactivas.

1. Limpieza delicada

Limpieza delicada

Empieza limpiando tu piel aplicando un producto que no se aclara de tu preferencia. De hecho, aún agua, que es muy caliza, puede irritar la piel. Evita también jabones demasiado resecantes.

En la mañana, elige una loción delicada para despertar y refrescar tu rostro. En la tarde, opta por una agua o loción micelar para quitarte el maquillaje y cualquier contaminación quedando en la piel, sea polvo o suciedad acumulados durante la jornada.

Termina con una pulverización de agua termal calmante y refrescante sobre el rostro. Luego sécate delicadamente tu rostro con un pañuelo absorbante.

Fíjate en Loción Micelar A-Derma

Esta loción micelar de los laboratorios de Aderma es la primera loción limpiadora desmaquillante y calmante sin aclarado destinada a pieles reactivas e intolerantes. Su fórmula lleva extractos de plántula de avena rhealba que calma la piel y reduce durablemente la reactividad de la piel gracias a su sistema de autodefensa vegetal.

¡Disfruta de tu desmaquillante y háztelo un verdadero momento de placer!

2. Los tratamientos neutros

 Los tratamientos neutros

En general, limítate a un mínimo de productos y elige tratamientos neutros, preferiblemente los que son hipoalergénicos, sin fragancia y conservantes.

Tras limpiar tu piel, no olvides hidratarla. Para no equivocarte, selecciona una crema hidratante específicamente para pieles reactivas.

Piensa en utilizar un producto para el contorno de los ojos y los párpados que son una zona muy frágil y sensible.

En fin, puedes completar tu rutina con una mascarilla hidratante para pieles sensibles, una vez por semana, para nutrir y suavizar con profundidad las tiranteces de la piel gracias a sus activos calmantes.

3. Adaptar tu maquillaje

Adaptar tu maquillaje

Como cada tratamiento, es importante limitar la cantidad de productos que usamos en la piel (menos tratamientos hace que se lleve mejor) y optar por gamas de maquillaje concebidas para pieles reactivas.

On choisit un fond de teint non gras, hypoallergénique et non comédogène. Elige un fondo de maquillaje no graso, hipoalergénico y no comedogénico. Para reforzar la tolerancia de la piel, considera fluidos o cremas que la hidratan en vez de polvos que tienen la tendencia a resecar la piel.

Para obtener una textura cubriente y fácil que aplicar, mezcla tu fondo de maquillaje con una crema hidratante para conseguir resultados garantizados.

Algunos gestos y actividades que evitar:

  • • En general, evita acciones mecánicas y rozamientos innecesarios en tu piel (algodón desmaquillador, pinceles, esponjas, ropa etc.).
  • • Sobre todo, cuando te limpias la piel, sécala con pequeños golpecitos con una toalla o un pañuelo para evitar fricción en la piel, no irritarla y preservar la película cutánea.
  • • Pasa de conservantes, perfumes, jabones, exfoliantes, aceites esenciales y productos con alcohol o ciertos detergentes.
  • • Ten cuidado con los cambios de temperatura, tu consumación de alcohol, café y especias.
  • • Evita nuevas experiencias con muestras de tratamientos o maquillajes no adaptados a pieles reactivas.