Dolor de cabeza, malestar general, escalofríos, pulso rápido... puedes tener fiebre Para estar seguros, el uso de un termómetro es esencial! ¿Pero cuál elegir? ¿Termómetro de frente? ¿Termómetro de oído? Existen varias opciones para adultos, niños y bebés.
En realidad, es el termómetro de oído que es la preferida por la mayoría de nosotros para medir la temperatura corporal. Operando con un rayo infrarrojo que evalúa el calor generado por la membrana timpánica y los tejidos circundantes, tiene la ventaja de tomar la medida con suavidad y dar la temperatura rápidamente (¡basta con unos pocos segundos!). Además, la lectura (¡fácil!) se hace en una pantalla digital. Entre los varios termómetros de oído disponibles en el mercado, los médicos recomiendan el termómetro de Braun ThermoScan.
Suave, higiénico, preciso y rápido son también los adjetivos que definen la medición de la temperatura con un termómetro frontal. Este dispositivo mide la energía infrarroja emitida por la piel por encima de las cejas. Algunos termómetros para la frente funcionan sin siquiera tocar la frente, lo que puede ser especialmente útil para tomar la temperatura del bebé mientras duerme.
Y para el bebé, se necesita un termómetro completamente diferente: el termómetro de baño, muy práctico para controlar la temperatura del agua. La marca dBb Remond ofrece un termómetro para bebés con forma de pez, ¡muy bonito!